TUMORES SALIVALES DE PAROTIDA
Cuando se realiza una cirugía a nivel de la glándula parótida lo más destacable es la relación que tiene con el nervio facial , cuya lesión produce una alteración en la motilidad de los músculos faciales. Esta es es una complicación grave porque suprime la gesticulación o expresión (parálisis) y no permite una vida de relación normal.
Es frecuente que el tumor contacte con el nervio y su separación puede dejar una disminución (paresia) de la movilidad facial en forma temporal. Esta posibilidad puede minimizarse si el cirujano utiliza lupas quirúrgicas para mejorar la visualización y no toma el nervio con el instrumental.
Si el tumor es maligno y envuelve el nervio puede ser necesario resecarlo en bloque con el mismo para no diseminar células cancerosas, lo cual sería más grave que una parálisis facial.
Cuando el nervio se extirpa se puede realizar un injerto para recuperar la función con técnica microquirúrgica (utilizando microscopio).
Los otros factores en cirugía habitual por tumores benignos de parótida son la cicatriz que es poco ostensible por su diseño en el pliegue por delante de la oreja y hacia abajo y atrás y hundimiento o depresión que puede quedar debajo del lóbulo de la oreja que depende de la extensión de la cirugía, tamaño de la glándula y espesor de tejido adiposo que tenga el paciente.
En general, el entrenamiento del cirujano en la identificación visual del nervio facial durante la cirugía es lo más importante para evitar su lesión.